Los ladrones han empezado a utilizar a los futbolistas como objetivos de sus atracos. La última víctima ha sido el turco Emre Mor, futbolista del Celta de Vigo, a quien le han robado objetos por valor de más de 70.000 euros, mientras él se encontraba en Balaídos para la disputa del Celta-Villarreal.

El 'modus operandi' de este tipo de atracos no es nuevo. El madridista Karim Benzema lo sufrió mientras estaba en el Santiago Bernabéu jugando contra el Barcelona, y al barcelonista Kevin Prince-Boateng lo mismo mientras disputaba un partido contra el Valladolid.

Los asaltantes aprovechan la ausencia de los jugadores en sus casas, habitualmente lujosas, para robarles. Dado que las convocatorias son públicas y que saben dónde están, son conscientes que los momentos más propicios para entrar en sus casas.

El caso del futbolista turco del Celta, ha sido especialmente cruel. El extremo llevaba varios meses castigado por indisciplina, e incluso había dejado de ir a su estadio lo que le había colocado en una posición muy complicada para su entrenador, Fran Escribá. En un intento de reconducir su actitud le convocó para el encuentro contra el Villarreal, aunque no jugó ni un minuto.